Con sentimiento de preocupación, inquietud y nerviosismo, junto con una activación del sistema nervioso autónomo en respuesta a estímulos nocivos. Es una alteración emocional poco precisa y de difícil interpretación por la variedad de vivencias, la pluralidad de factores que intervienen y la forma diferencial de vivirla.
Las dos manifestaciones más frecuentes son, el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de pánico.
El TAG es la forma crónica de ansiedad y puede definirse como un estado continuo de ansiedad caracterizado por miedos y preocupaciones, aprensión, dificultades de concentración y tensión muscular.
Las crisis de angustia o ataques de pánico son sensaciones poco duraderas pero intensas de ansiedad espontánea.
También son trastornos de ansiedad las fobias, que son miedos excesivos a situaciones o cosas específicas, como por ejemplo, miedo a los ascensores; y el trastorno obsesivo-compulsivo, en el que se usan rituales y pensamientos recurrentes para escapar de la ansiedad, como por ejemplo, lavarse las manos muchas veces al día.